Este es uno de los recuerdos más hermosos que ya atesoro. Sólo les cuento que el taller estuvo genial por la onda de los chicos, y por la excelente organización que vi en todo. La gente de la Fundación El libro y mi querido amigo Luciano Saracino cuidaron cada detalle.
Arriba: La patota dibujanteril...
Arriba: Con mi amigo y compañero de aventura, el escritor Luciano Saracino. ¡Gracias, Lucho!
Todas las fotos son gentileza de mi amiga Carolina Cadelli.
No hay comentarios:
Publicar un comentario