miércoles, 21 de enero de 2009

¿Cuándo comienza algo? (segunda parte)

Aquella mañana (una de 1991) llegué al taller de GAG (grupo de arte gráfico) y pregunté a uno de mis compañeros si era cierto que un dibujante iba a venir a darnos una clase especial, y este me contestó que sí, que un tal Fortín iba a venir. Me puse a saludar a mis (en ese momento desconocidos) compas, y en una de las habitaciones estaba un tipo de joggings viejos azules y zapatillas adidas y remera desteñidísima. Me dije; "¿Y este?". "Este" un rato después se estaba presentando y nos estaba dando una de las clases más increíbles que tomé en mi vida. "Raúl", nos decía mientras nos daba la mano fuerte, mirándonos a los ojos con transparencia.
Ese día yo llegué creyendo que dibujaba estupendamente bien y salí creyendo que debía dedicarme a otra cosa; no se, vender alfombras, cazar cocodrilos o poner una cancha de paddle.
Le mostré mi carpeta de dibujos al viejo, al final de la clase, y me destruyó sabiamente, me hizo las primeras críticas constructivas (maravillosas) que venían de un ojo entrenadísimo por taaaantos años de experiencia; y ahí sí que empezó lo bueno. Lo que siguió fue mucho trabajo, muchas correcciones con tanta certeza, con tanto fundamento. No había nada que Raúl no te lo fundamentara, "esto es así por este principio, Diego", y eso era realmente algo que venía de sus estudios en la vieja escuela de Bellas Artes, cuando se enseñaba taaaanto, carajo.
Fortín era un maestro renegado, era brillante dando clases, pero decía que no le gustaba enseñar porque sufría cuando un alumno no mejoraba, no progresaba. Esto me lo contó muchos años después, cuando yo le insistía que tenía que volver al ámbito de la enseñanza.


Él nos abrió la cabeza a muchos, nos contó qué era eso de dibujar y que te paguen, hacer lo que tanto amábamos sin descuidar algunos aspectos importantes.
Se cagaba de risa y me repetía "Dibujar es renegar, Dieguillooooo..."
Lo extraño muchísimo, extraño los mates y las palabras, extraño cagarme de risa contándole como perseguía a tal o cual señorita (hoy estoy retirado, ojo).
Bueno, por ahora corto acá, no quiero aburrirlos. Pero sepan que esto sigue y que en breve estaré contándoles más de este genio que fue mi primer gran maestro, el tipo que me enseñó entre otras muchas cosas que "Equivocarse es una de las formas de la libertad"...

6 comentarios:

CapoCosmico dijo...

... como se extraña esta gente...
(ahi te mande un mail)
un abrazo Diego querido!

alejandro aguado dijo...

Que linda remembranza. Se extraña amuchos d elos viejos maestros, sin duda.

Guillermo Haidr dijo...

Muy bueno,Diego.C�mo me sorprend� el primer d�a en tu clase cuando supe que Fortin hab�a sido tu profesor. Tambien recuerdo que fu� el primer referente que dije cuando me preguntaste c�mo qui�n yo quer�a dibujar.
Me alegra que hayas sido mi profesor.
Sigo a la espera de mas historia.
Un abrazo.
Guillermo

Diego Aballay dijo...

Ah, locos, esto del blog me va a hacer estallar el cuore! déjense de joder que me emociono como un pelotudo. Gracias. Gracias, gente. Habrá mucho más, guille, del viejo Fortín. Por vos, por mí y por supuesto por él.
El Chueco

Anónimo dijo...

yo tambien fui a gag cuando tenia en aquel entonces 15,16 años y lo conoci a fortin,me hizo copiar una fotos, cai ese dia en una clase de perspectiva. ( hoy 17 años despues, sigo copiando fotos para aprender, tenia razon el tipo)

pero tengo una imagen medio borrosa por q he estado dos clases con el, despues habia otros profesores en esa epoca q iban rotando.( bianchi, pinto, y otros mas)

lo q siempre me acuerdo patente de fortin son los dibujos y la revista humi,me acuerdo por q a mi me gustaba mucho cuando era pibe.

el tenia un estilo simple, atractivo y gracioso cosa q ahora pienso esto, pero cuando era pibe me gustaba y punto.

saludos, hernan

Diego Aballay dijo...

Gracias, Hernán, que bueno que conociste al Fortín docente, el viejo para mi al menos, era brillante dando clases. Yo estuve con él casi diez años aprendiendo.
Un abrazo.
Diego.-