Hacer...

Mi casa los miércoles era un verdadero quilombo. Un hermoso quilombo. Nos cagábamos de risa y aprendíamos, todos, y me incluyo en el "todos". Había mate o gaseosa, de vez en cuando facturas. Trabajamos duro, materializar aquella idea era algo casi imposible. Casi.

Cada cual aportó lo suyo, y juntos logramos llegar a buen puerto. Desde mediados del 2007 hasta marzo del 2008 con mis alumnos hicimos el fanzine Hybris como un ejercicio de taller. Fue planificado en cuatro números, con historietas continuadas, que finalizaban en el último número. Pensamos que sería bueno agregar reportajes a artistas famosos del mundo de la historieta, y así les rompimos las bolas a gente amiga como Juancito Bobillo y Ricardo Ferrari; y a otros grosos como Quique Alcatena y Robin Wood. Hicimos un repo por número y les pusimos imágenes de algunos de sus trabajos. Hicimos Hybris para divertirnos, para compartir con nuestros afectos, amigos, familia, novias, amantes, futuras ex novias, etc, etc. Eramos un grupo de estudiantes de dibujo y su profesor tratando de hacer un ejercicio de taller con esfuerzo, con compañerismo, matándonos de risa.

Llegar a las fechas de entrega era una verdadera utopía, y las mismas se iban corriendo todo el tiempo. Pero ahí andábamos, siempre gastando lápices, nosotros.

Hace rato que quería escribir algo breve sobre mis pollos, mis alumnos; y hoy no se si es el mejor momento, pero quería contarles que cuando damos, realmente todo tiene sentido. Y juntos hicimos lo mejor que pudimos, y nos divertimos mucho.

Por donde estén mis pollos, espero que anden bien, que sean francos, y que sigan siendo buena gente; que al final de cuentas, eso es más importante que saber dibujar bien.

Como dice mi amiga Isabela:

"con abrazos"... El Chueco.-

Tapa del número uno de Hybris, dibujada por Nicolás Enacam (derecha); y contratapa dibujada por Gerardo Ferrer (izquierda).